Una mayor eficiencia significa menores costes de funcionamiento para su uso en supermercados, bombas de calor, transporte de frío y mucho más.
Cambiar a HFO puede resultar en la reducción de las facturas de energía en miles de millones de euros debido a la mayor eficiencia energética durante el ciclo de vida de los equipos. Esto ayuda a reducir la presión inflacionaria que perjudica a los consumidores ya la economía.
En comparación con el uso de amoníaco, hidrocarburos o CO 2 para las redes de calor, el uso de una solución HFO ahorra costos de capital iniciales para la planta, permite un diseño de sistema más simple y cuenta con técnicos más capacitados para las necesidades de servicio.
